Estos días nos están informando de que en el metro de Barcelona (sería bueno utilizar “metro del Barcelonés” o algo análogo, comarca, porque no solo da servicio a la ciudad condal) los Mossos d’Esquadra y los policías municipales aumentarán su presencia para intentar disminuir el número de robos de los carteristas. Bien, señores políticos, supongo que alguno de ustedes antes de ir en coche oficial o de dedicarse a esto, fueron sencillos estudiantes con padres anónimos y usaron el metro (bueno Oriol Pujol y Ferrusola ya debía ir en coche oficial a la guardería). Yo llevo usando el metro desde hace más de 35 años y ya había carteristas, si bien es cierto que antes eran “profesionales” ahora se han convertido en más chapuceros. Son pequeñas mafias que actúan en grupo y son violentos si les desenmascaras. Si el problema es tan antiguo la solución no es poner más vigilancia, por que el usuario habitual del metro llega a conocer a alguno de los grupos y, por miedo o por lo de no meterse en lo que no nos atañe, no alzamos la voz de alerta, excepto en algún honorable caso. La solución pasa por el código penal. Si no se puede hacer nada por la pequeña cuantía del robo, basta con ir sumando las cantidades que una persona “trinca” y cuando se llegue a cuantías que sean delito, o por reiteración de faltas se le juzgue penalmente, pero con penas largas en función de las cuantías, reiteraciones y reincidencias. En los casos de extranjeros además, expulsarlos. Eso es como cuando un jugador de futbol hace faltas reiteradas pero leves, el reglamento indica que hay que mostrarle una tarjeta amarilla y con dos tarjetas amarillas, se le expulsa, y cuando suma varias tarjetas a lo largo del campeonato se pierde un partido entero… en básquet pasa lo mismo con las faltas personales, a las 5 a la calle (en EEUU a las 6, por el cambio horario supongo), en balonmano hay expulsiones temporales pero a las tres se expulsa para todo el partido, futbol sala… Solo hay bula en moto GP a Simoncelli y a F1 a Hamilton. En futbol la bula es por San José, también llamado Pepe. Pues eso señores políticos, déjense de poner más policías en el metro y legislen mejor.