Soy catalán, independentista, no me gustó la sentencia sobre l’Estatut pero hoy iré con la roja (que irá de azul).
¿Por qué? Fácil, hay una nutrida representación de catalanes y de jugadores del Barça del que soy aficionado. Y entre los holandeses y los españoles. Me quedo con los españoles al no tener selección catalana.
Me gusta lo de la “roja” no me gustaría lo de “rojigualda” ni lo de la “furia”, nosotros somos más del “seny”. El gusto por lo artístico, por lo técnico, la solidaridad entre todos, el compañerismo.
¿Dónde están ahora los que decían que la selección no llegaría lejos porque estaba llena de catalanes que no sienten la camiseta de la selección?
Se ha llegado más lejos que con los que se identificaban con los valores patrios, el toro, el casticismo… léase Raúl, Hierro, Michel, Buyo, Camacho, Juanito y un largo etcétera. Ya pasó con la selección española de baloncesto cuando fue campeona del mundo con un porcentaje elevadísimo de catalanes. Y con las de hockey hierba y patines…
¿Y los que decían que Victor Valdés llevaría mal ambiente? ¿O que Busquets no era un jugador para la selección?
Es posible que algún prócer patrio dirá que los catalanes están dándolo todo por los 600.000 euros por ganar el mundial, por peseteros. Alguno incluso puede pensar que en la final del mundial de hoy, los jugadores catalanes se negarán a tocar la pelota a favor de España hasta que no les prometan que se revisará la sentencia del Constitucional.
Creo sinceramente que no debe mezclarse política con deporte, por lo que a los catalanes no deberían tocarnos las pelotas con sentencias retrógradas.
Suerte a la roja, a Del Bosque, a los jugadores, al buen fútbol y que ganemos. Los catalanes de la selección son tan solidarios que repartirán la copa del mundo con toda España y de los 600.000 euros de cada uno de ellos, las arcas del estado se llevarán un buen pellizco para la sanidad de Extremadura, las peonadas de Andalucía o alguna otra “M” de circunvalación a Madrid. A lo mejor incluso sirve para pagar el Ave a Oropesa, un ferry a Perejil o los JJOO de Madrid del 2388.